abril 21, 2020

Quédate 2


Y tan sólo quédate porque sin tu andar, los ríos pierden su canto, el mar pierde su voz y la arena se convierte en meros añicos de cristal que cortan mis plantas.

Quédate porque sin ti, la noche se vuelve día y al revés, pero entonces, no sé ni dónde estoy o a dónde voy.

Y quédate porque sin tu aliento, el mundo se vuelve inexpugnable pero también, un lugar solitario y profundamente intolerable.

Quédate porque si Dios se me ha revelado, ha sido por su gracia y por la tuya, en el silencio de madrugadas obscuras y días que no pueden concluir sin tu figura danzando en mi memoria.

Quédate porque si no lo haces, la noche no empieza a serlo.

Porque no me encuentro, porque me pierdo.

Quédate, porque la aurora toma su nombre del tuyo, porque sin ti, mi mundo se vuelve obscuro.

Quédate.

Porque sin tu voz en los pasillos de mi mente, la tormenta arrecia, el relámpago lo consume todo y el sueño se me va,...

Quédate porque necesito que lo hagas, porque incluso al sol lo paras si no me ves .

Quédate en cada instante que por ti no pasa, en cada vida que he tenido y en mi febril añoranza.

Quédate porque sin ti no tengo nombre, porque sin ti no encuentro espacio ni momento para estar.

Y quédate, porque eres mía, porque si no estás la vida es agonía que me parte sin tu alma,...

que es la mía.


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