abril 09, 2020

Lecciones


Y aprendí que la confianza se gana de a poco pero se pierde  enseguida, que al sol le toma tiempo cubrir la obscuridad.

Y aprendí que tus ojos eran sólo míos pero que yo mismo los podía perder en un descuido y sin voltear.

Y aprendí que la luna sólo es nuestra mientras vivimos, que como la vida, es fugaz y se nos va.

Aprendí que mi esfuerzo es lo que me mantiene vivo y que por ti y tu sonrisa soy capaz de morir y algo más.

Aprendí que tus manos son mi remanso y mi alivio, mi dulce sueño y mi estrella fugaz.

Aprendí que sin ti, no soy lo que vivo y que sin tus labios no puedo más.

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