octubre 09, 2023

¿A dónde vamos?

 En la penumbra de lo inadvertido,

me pregunto, yo, la sombra olvidada:

¿A dónde vamos, las almas relegadas,

cuando nos destierran del sentido? 


Será que acabamos en el limbo de los no pensados,

donde las caricias se vuelven bruma,

y el amor, en su agonía, suma

sus días y sus noches desolados.


¿Acaso terminamos en el mismo sitio incierto? Ese, que está cubierto por todos los pensamientos que dejan de ser pensados. ¿Como cuando uno muere en realidad?


Por los rincones de tu mente errante,

¿dónde me esconderé, figura ausente?

En el olvido que te es indiferente,

sólo soy un recuerdo palpitante o quizá, ya no.


Sabines, con su voz de triste eco,

narra la angustia de los abandonados.

Mientras, Whitman, en versos desgarrados,

lamenta la pasión que quedó en el trecho.


Quizás, en el abismo de la eternidad imposible,

floten las almas que dejamos de pensar.

Allí, en soledad insuperable, a punto de quebrar,

buscarán; buscaremos, su lugar, su verdad inflexible.


Pero entre el olvido y la memoria,

seguiré siendo el suspiro del que no escapas,

la nostalgia que, en silencio, atrapas,

y la eterna pregunta sin respuesta ni historia. 

Porque, las páginas; esas mismas que escribiste, las deseas dejar en blanco.


En ese hueco abismal. Ese, que se tragó lo que antes, te atraía. La falta de eternas planicies.

"Amo su música y lo cariñoso que es"; hoy, a pesar de que aquí estoy y ...

quiero estar, pareciera que me has bajado del camarote de este tren.

El mismo al que, con tus manos y amor, le diste sentido.


¿A dónde vamos, cuando ya no somos?

¿Al limbo de los sueños que se desvanecen?

Allí espero, en la oscuridad que apetece,

hasta que, ...

quizás un día, otra vez nos pienses, esboces una sonrisa y ...


MJPA

abril 25, 2020

Comprensión



Si. He flaqueado entre la soledad de mi alma, mis pasos han trastabillado muchas veces. Pero también, mi niño ha sonreído al verte caminar sobre la arena.

Y claro. Claro es que al apagarse las luces a veces, siento miedo. Pero cuando eso pasa, sólo me ha bastado verte a mi lado en la cama y abrazarte, sentir cómo te acurrucas junto a mi y tomas mi mano.

Y también, es cierto. No conozco mejor sonido que tu risa. Porque me hace reír desde adentro del alma e igualmente, es cierto que tus caricias son el bálsamo bendito que cura las heridas de mi corazón.

Y es que saberte cerca me hace agradecer a Dios mil cosas, respirar, vivir, estar, poderte simplemente... ver.

Porque el tiempo se me escurre entre las manos y mucho más rápido si es que no te vuelcas sobre mi.

Y es que sábelo, la idea de tener alma se me instaló nuevamente por ti, porque sin tus palabras, el sentido es poco, escaso, carente.

Por ello, me aferro al puerto seguro que eres, por amor.

El daño hecho a mi alma se pierde si me ves, si me tocas, si me amas.

Voy corriendo a veces con un pie, pero trato de alcanzar algo más que esta carne que me ata. Por tí.

Porque soy y tengo alma y tú me lo recordaste.

Despiertas al niño, el juego, la vida misma que pensaba no ser y no tener, esa que es capaz de fugarse entre las comisuras de tus labios si las beso.

Eres la única capaz de matar a los dragones de la ansiedad que a veces se agolpa, se tiende sobre mi. Me liberas.

Me regalas vida en cada respiro que tú das a mi lado.

Me regalas algo que jamás, ... por más que lo intentes, comprenderás.






abril 21, 2020

Quédate 2


Y tan sólo quédate porque sin tu andar, los ríos pierden su canto, el mar pierde su voz y la arena se convierte en meros añicos de cristal que cortan mis plantas.

Quédate porque sin ti, la noche se vuelve día y al revés, pero entonces, no sé ni dónde estoy o a dónde voy.

Y quédate porque sin tu aliento, el mundo se vuelve inexpugnable pero también, un lugar solitario y profundamente intolerable.

Quédate porque si Dios se me ha revelado, ha sido por su gracia y por la tuya, en el silencio de madrugadas obscuras y días que no pueden concluir sin tu figura danzando en mi memoria.

Quédate porque si no lo haces, la noche no empieza a serlo.

Porque no me encuentro, porque me pierdo.

Quédate, porque la aurora toma su nombre del tuyo, porque sin ti, mi mundo se vuelve obscuro.

Quédate.

Porque sin tu voz en los pasillos de mi mente, la tormenta arrecia, el relámpago lo consume todo y el sueño se me va,...

Quédate porque necesito que lo hagas, porque incluso al sol lo paras si no me ves .

Quédate en cada instante que por ti no pasa, en cada vida que he tenido y en mi febril añoranza.

Quédate porque sin ti no tengo nombre, porque sin ti no encuentro espacio ni momento para estar.

Y quédate, porque eres mía, porque si no estás la vida es agonía que me parte sin tu alma,...

que es la mía.


abril 20, 2020

Quédate


Tan sólo quédate.

En el amanecer que se vuelve desesperadamente inalcanzable si no estás aquí.

En la luna entrando por la ventana en esas noches en que tu cabello estalla sobre la almohada.

En un recuerdo que se vuelva presente y esperanza de un futuro compartido por amor.

En el roce de vida que arrebata mi mente cuando me miras como sólo tú me eres capaz de ver.

En el cambio que por mi y por ti es verdadero, para ambos.

Quédate en un paseo por las estrellas y tu risa bañando nuestras madrugadas.

Quédate. Entre mis brazos.

En cada poro y en cada día de mi existencia que cobra sentido si sonríes y tomas mi mano al andar.


abril 15, 2020

Cuando el silencio pase


Cuando el silencio pase aquí estaremos,
tú y yo, en las notas de una melodía,
en el fondo que ahondaremos,
en la risa de cualquier niño que juntos, celebraremos.

Cuando el silencio pase
y la tormenta haga silencio,
sólo necesitaré tu mano,
y de tus ojos un mensaje.

Cuando el silencio pase quizá caerás en cuenta,
de que jamás pude irme,
aunque el cielo se abriera,
porque hacerlo habría sido perder mi vida entera.

Cuando el silencio pase,
no habrá nubes y no habrá nada,
pues la vida entera,
de tus manos estará agarrada.

Para no perderse,
para jamás hundirse,
para jamás dejar de ser,
lo que tú quisiste.

Cuando el silencio pase aquí estaré añorando tu risa,
tu andar y tu reflejo,
porque sin tal caricia,
no existe, ...  ese hombre en el espejo.







abril 14, 2020

Amor Divino





Para Dios y para Annarella, el amor de mi vida. 
Por el Amor, la Fuerza y la Fe.
En lo que vendrá y que hoy entiendo, que siempre será mejor.
Porque día con día, sólo quiero ser mejor, por  mi y por ti.




Y sé que me ama cuando puedo escuchar la lluvia o ver cualquier atardecer aún sombrío.

Cuando me habla al alma y sin palabras, con el sonido del mar.

Cada mañana en que aún puedo respirar y verte frente a mi, mi dulce sueño de amor que también eres su Creación.

Me dice que me busque cuando salga yo a pasear, por sus veredas y sus campos pero sobre todo, sin cesar. Porque en realidad, todo lo que siempre me ha dicho es que conmigo quiere estar.

Tan sólo me pide que vea lo que existe porque ahí está su atención. Tan sólo me pide que me deje conquistar y alegrar, el corazón.

Y me dice que me ama y que me encuentre al caminar, en el milagro infinito que es su obra, la Creación.

Me habla con sus manos extendidas en la cruz, pero también cuando salgo yo a correr, me pide que lo haga pero de mi vida y se la entregue, sólo a Él.

Me pide que la vea a ella y que lo encuentre ahí mismo porque en sus ojos estará, no me promete nada y hace Todo, por amor.

Y es que antes, afligido, tuve preguntas sin respuestas con desesperación y hasta llegué a dudar de Tu  infinita compasión. Llegué hasta a preguntarme muchas veces dónde estabas Tú.

Pero en cada ave, cada niño y al verme en ella veo finalmente, un sentido; y que mi voluntad no ha sido, sino mi perdición, ...
porque Tu obra siempre ha tenido un propósito, el amor.

Porque siempre has estado aquí. Hoy te pido que me dejes descansar mi cabeza en tu regazo, amoroso y tu pasión.

Pero aprendí que tú, el Todo siempre obra incluso en mi, para el Bien. Vaya que es interesante Tu forma de responder.

Y hoy veo que no me has fallado y dejo mi confianza sólo en Tí.

Y es que hoy, lo hago sin reservas cuando me pides que la vea a ella y que Te encuentre ahí mismo, porque en sus ojos has estado y no me prometes nada pero haces Todo, por amor.

Porque nunca me has dejado, hoy te ruego me dejes descansar mi confianza sólo en Tí.








abril 13, 2020

Annarella


Annarella, ...

No estarás sola un instante, 
porque aunque me encontrase del otro lado del universo,
en el fondo de un abismo o enterrado en el desierto, 
... ni eso te podrá hacer sentir que estoy distante.


No volverás a sentir dolor por mi,
porque el cielo nos cubre a ambos y no hay tormenta que nos pueda tocar, así.
Salvo que sea para danzar descalzos de la mano, para vernos a los ojos,
y como siempre reír.

No volverás a sentir angustia, mientras yo te tenga entre mis brazos y me sostengas con tus labios para ceñirme contra tu cadera.
Con el alma enaltecida, por una gracia divina ...
y el placer inmenso de saberme yo de ti.

No volverás a caminar sola en Zicatela, bajo el sol, sobre la arena;
pues andaré siempre a tu lado,
porque es nuestro refugio de un sabático soñado en sortilegios amarrados con pendientes anillados, como besos siempre dados,
algunos quizá recordados,
de vidas anteriores y las que deseo pasar sólo junto a ti.

Porque no soltaré tu mano aunque sea hecho pedazos
... pues tu andar siempre me devuelve a lo que fui,
al niño dolorido que se ubica en el cuenco de tus manos y te esperaba tan sólo quizá,
para volver a sonreír.

Y no volverás a dudar.
Porque desharé todo resabio, todo sueño inacabado
y dándole forma nueva lo moldearé con amor, para ti y para mi.
Entre calles de principios que no acaben sino en realidades,
que le griten a los vientos exclamando sonrientes y airosas …
que en ti y por ti viví.




abril 12, 2020

Ausencia


A veces cuesta la vida, darnos cuenta que no basta amar si no es con humildad.

Cuesta el dolor de verse seco si no estás, si no te veo, si no me veo en el fondo de tus ojos y me reflejo en tu sonrisa.

A veces cuesta dolor y mucha ansiedad. Mucha impaciencia, esa que está hecha de cada momento compartido y pláticas que no cesan porque he aprendido a abrevar de tu piel, de tu mente y de tu espíritu que me ha contagiado de un no sé qué, que si lo sé.

Cuesta comprenderse o al menos intentarlo en madrugadas que se vuelven eternas, interminables en el silencio que quema y abruma, que corroe y no deja pegar los ojos cuando tu olor no está del otro lado de la cama.

Cuesta verse sin verse, sin verme, sin entender por más que quiera abrazarte y besarte y tenerte cuando no hacerlo es justamente la ausencia de la paz.