Y es que la maldita angustia de saberla lejos le estaba comiendo por dentro, los desencuentros aún no entendía por qué, pero le inquietaban de modo tal que le perseguían, le embrujaban. El desasosiego se sentaba a su lado y con muecas de gárgolas espectrales se burlaba de su amor... De su desamor.
Y es que... No es sencillo sostener el sol en una mano.
Volar.
... correr por las curvas de un sendero que siempre...
... Que nunca.
Y vivir muriendo entre los hilos del lienzo que se entreteje y grácil cae de su cabeza ... Afluente germinal que busca.
... Que encuentra. Que da vida y la quita en un instante...
Y el maldito reloj que no deja de sonar en su cabeza. Carajo!!
Tic...
... Tac.
Si supiera que su primer pensamiento es para ella? Y el último?
No lo hay.
No lo puede haber!!
Y es que esta vez,... puede ser que tras su sonrisa, indulgente y pícara se esconda finalmente la eternidad.
Un instante. Puta madre! Sólo un instante en el que entienda que en esto le va la vida! O su muerte.
Afuera, en el andén silba ya el tren en el que se irá. Se irá?
Un instante.
Aquel en que se queda y dice si.
Aquel en que con una sílaba avasalla a sus monstruos como nunca nadie lo había hecho y ...
"Por tu vida. Por la mía. No me dejes de enredar."
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