Tras haber explorado juntos las esquinas y callejuelas más hondas el uno del otro, tras haber abierto las puertas del deseo y las ventanas del amor y el sexo más puro, tras haber bebido el uno del otro,...
Hoy la selva le parecía demasiado hostil.
La urbe es sin duda más segura. El príncipe azul y la convención más atractivos que el salvajismo de lo eternamente contingente pero no por ello menos cierto. Olvidó que los lobos feroces siempre han visto, olido y comido mejor.
Le pediría al final a él lo que amó de ellos desde un principio? Y si le preguntara él entonces cómo es que desea eso? ... O se conformará con vender a su mente noche a noche la idea de que su cuerpo siente lo mismo para no pasar ante sus ojos por lo que en verdad es y siente o desea sentir? Se negará en el acto más animal, en la única antesala de la muerte que es capaz de provocarse el hombre, en la fusión de dos?
Se olvidará en la normalidad de ese sentimiento en el estómago que te asegura que en esto te va la vida y sonriendo debes morir?
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