marzo 15, 2011

Riesgos simplistas

Es un desolador escenario el que pintan los diversos actores políticos en nuestro país. El simplista discurso maniqueo de los unos y los otros no da lugar sino a la risa o la desesperanza. Risa, si se comprende que explicaciones y fenómenos monocausales en política no hay; y desesperanza por ser tratados como incapaces material y jurídicamente, como si careciéramos de voluntad o capacidades de análisis, es más, me parece un tanto insultante.

Es por demás ridículo lo señalado por el líder tricolor en el sentido de que el Presidente de la República ha sumado a las estadísticas de pobreza a un número determinado de mexicanos por minuto. Semejante símil no se sostiene en forma alguna pronunciado así, sin contexto, con la ambición desmedida pero sobre todo, irresponsable por delante. Actitudes no sólo electoreras, que se podrían justificar en una facción que como lo hemos visto, ansía por encima de todo, incluso de su ausencia de propuestas reales, volver al poder; sino que también constituyen acciones irresponsables de desinformación y fatalismos casi griegos en los que arrogantemente se explican a sí mismos como los héroes sin los que la historia nacional no se podrá salvar o siquiera explicar.

Lo que "curiosamente" olvidó el señor Moreira quizá en su discurso disfrazado de conferencia de prensa, es que al Presidente Calderón y a su equipo, les ha tocado sortear una crisis económica global que ha puesto de rodillas a numerosos países cuyas economías se pensaban más estables que la nuestra. Que en semejante contexto, las tasas de interés y la inflación no se han disparado lanzándonos a una espiral inflacionaria como las que como montañas rusas tomaban los gobiernos tricolores anteriormente a costa del ingreso nacional, del pueblo. Situaciones que las lágrimas de cocodrilo de un Presidente pronunciadas  ante el Congreso y en cadena nacional no lavan de las vidas de los mexicanos a los que les tocó perder, de los postrados. Situaciones que por desgracia, el electorado que acudirá a las urnas en el 2012, no conoce. No las conoce porque ese electorado joven es el que se ha beneficiado en primer lugar,de las concesiones graciosas que el régimen de partido hegemónico tuvo obligadamente que hacer con el fin de sostener lo ya casi insostenible al menos por unos años más. Y por otro, es el electorado al que le ha tocado vivir las consecuencias de una alternancia necesaria pero postergada voluntariamente, el que ha vivido en la apertura, un electorado que no tiene memoria y por tanto, no tiene temor de volver atrás.

Es tan burdo el ejercicio de Moreira al hacer presuntas relaciones numéricas de estadísticas de pobreza imputables a su decir al Presidente de la Nación que espanta. Es burdo porque burdo es también que afirme con tremenda ligereza que de volver el PRI al poder todo sería diferente pero jamás se ocupa del cómo. No pensarlo así, nos llevaría a sostener que entonces, el PRI es responsable de la generación del número de pobres (por detestable que suene la categoría) resultante de restar al último dato estadístico oficial, la diferencia a que se refirió el señor Moreira e identificó como aumento imputable al Presidente Calderón y si tuviéramos el dato, el número de personas en condiciones de pobreza que había antes del advenimiento del PNR, o sea, más de treinta y cinco millones de personas cuando menos. Pero por fortuna, no somos reglas de tres.

 Si ese será el nivel de debate que veremos de cara al 2012 insisto, debemos preocuparnos. Y es que entre líderes carismáticos y caciques de miras cortoplacistas quizá perdamos de vista el debate realmente relevante, la conducción definitiva de nuestro país por senderos de crecimiento y desarrollo que se reflejen en las vidas de todos los mexicanos. Quizá perdamos la oportunidad de dar vida nueva a este país y nos quedemos como tantas veces, en el esteril debate carente de ideas, en el deseo de prevalecer simplemente porque no lo haga el de enfrente.


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