enero 05, 2019

Sinsentidos


Empezó a llover hacia arriba, sin mojarme y alegrarme. 

Comenzó un día de atrás hacia adelante, con cascadas de estrellas que se negaban a ser vistas. 

El brillo del sol se vistió con un velo de opacidad y la penumbra del encierro me hizo recordar. 

Recordarle...

No pude correr sobre el agua como suelo hacerlo sin más. 

Y todo comenzó, cuando el León me dejó de sonreír. 




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