julio 15, 2012

Encuentro


La encontró justo en el mismo lugar.

Con aquella sonrisa frugal, como quien apenas despierta y se rehusa a abandonar un plácido sueño.

Con aquel contorno caprichoso y sinuoso por conquistar,... con ambas manos. Con cada palmo de su cuerpo.

Pero sobre todo, con la mente.

La encontró en todo lugar...

En cada cornisa, en cada balcón y terraza de las que se asomaban desafiantes sus valentías mostrando su vulnerabilidad gustosas.

La encontró entre lo mundano de aquellos pliegues de sábanas que entre su cuerpo cobran vida, cuando aparece entre sus brazos y aún en la más obscura noche,... mil amaneceres.



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