Muy de moda se han puesto los mayas en este 2012. Su calendario marca un cambio de era en virtud de cuestiones de alineaciones planetarias. La gente supersticiosa como siempre, ha visto sin embargo, ridículas profecías apocalípticas detrás de tan exacto calendario. Una de las contribuciones mayas a la humanidad.
Ruego al lector no se anticipe, es necesario aclarar que el presente no es un intento de ensalzar, como suele ocurrir en nuestro país, glorias de las culturas antiguas para sustentar el hoy y tratar de forjar un futuro con suspiros de añoranza por una "grandeza perdida". Lo siento, pero mi formación y consecuentes capacidades y objetivos distan mucho de tal fin.
Recientemente tuve la oportunidad de visitar la península de Yucatán y en mi regreso a la Ciudad de México hice un alto en Chiapas, concretamente en Palenque. Visitar en esta ocasión la zona arqueológica ahí asentada (ya había yo estado cuatro veces ahí) me ha hecho reflexionar en torno a varias cosas, sobre todo, porque si bien había yo hecho visitas guiadas anteriormente a tal ciudad, en esta ocasión me encargué de exprimir en un muy limitado tiempo al buen Silverio. Indígena maya políglota, oriundo del lugar y arqueólogo de profesión, misma que ejerce como servidor público de la Secretaría de Turismo, a mi juicio, de un modo impecable.
Y fue así que en el recorrido platicamos de aspectos sociológicos de la "desaparición" de la cultura maya y dos expresiones por Silverio utilizadas me llamaron mucho la atención.
- "Los que tenían recursos emigraron al sur ... y los que no, como siempre, nos quedamos."
- " Es curioso decirlo así pero el discurso se desgastó."
Dos expresiones cuya vigencia pareciera perenne. Expresiones que bien cabrían en un análisis de lo que llamamos actualidad.
Aquellos que tienen los medios y los recursos tienen la posibilidad de eludir, sortear o mejor sobre llevar cuando menos, las dificultades derivadas de las adversidades cotidianas y de situaciones excepcionales. Hecho que pareciera un elemento dado en un modelo en el que la fortuna de nacer o no en un determinado medio imbuido en consecuencia de determinadas características, tendencias y predisposiciones es eso precisamente, algo fortuito y en el mejor de los casos, susceptible de normarse a través de instituciones orientadas a redistribuir la riqueza en el sentido amplio de la palabra, instituciones de justicia distributiva que en el mainstream liberal tienen rasgos compensatorios de corte rawlsiano en mayor o menor medida.
El quid aquí se encuentra en la eficacia de las medidas que como política pública se adopten. Eficacia que incide de modo directo en el gradual pero constante desgaste de un discurso que eventualmente pareciera un monólogo de uno, de quinientos o de ciento veintiocho.
Desgaste que se ve en el hecho de que las diferencias originales acaban siendo determinantes en el largo plazo por la ausencia de medidas compensatorias efectivas que permitan una competencia meritocrática en condiciones de mínima y razonable igualdad entre sus ciudadanos.
Hasta cuándo tendrá vigencia la tan peyorativa expresión de "voltear hacia abajo"?
Seguirá teniéndola mientras el silencio ante lo injusto prevalezca.
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