noviembre 30, 2010

DOES WIKI LEAK??

Las recientes publicaciones de Wikileaks en relación con cables de ida y vuelta entre el Departamento de Estado de los Estados Unidos y sus representaciones diplomáticas alrededor del mundo han generado todo tipo de reacciones en razón de la posición específica que cada uno de los actores de la esfera mundial guarda frente a las posturas de los norteamericanos en diversas materias.
Que las acciones de inteligencia y contrainteligencia fundan en gran medida la diplomacia misma y su ejercicio desde sus inicios, es un hecho irrefutable cuya negación no cabe ni a un mero nivel teórico. El punto por tanto, no es ese. Pues amén de lo incómodo que ha sido dar explicaciones para la Secretaria de Estado, Hillary Clinton, al haber sido descubierto el cuchicheo tras bambalinas y a veces en los no más felices términos respecto de "naciones aliadas", la importancia radica quizá en la lectura que se tiene ahora de la agenda de los estadounidenses a nivel mundial. La radiografía de sus prioridades y la exposición de su cuerpo diplomático que sin lugar a dudas y con independencia de las formas que se deban guardar, algo se verá afectado en su capacidad de interlocución pues no conozco a mucha gente dispuesta a seguir platicando con el invitado que en su propia casa les ha tachado de irresponsable, autoritario, ha cuestionado sus capacidades de decisión o peor aún, las mentales.
Que Wikileaks sea un grupo terrorista como lo han señalado en medios la Secretaria de Estado es sin duda alguna, una afirmación exagerada y fuera de contexto y que en algo considero que atenta contra la tan vanagloriada libertad de expresión que adoran los estadounidenses pues vale la pena apuntar que nadie ha desmentido el contenido o procedencia o autenticidad de los documentos indebidamente divulgados. Si, que la divulgación es ilegal, es cierto, nadie lo pone en duda. Pero tampoco pondría en duda que siendo documentos auténticos algún efecto tiene pues la propia señora Clinton consideró importante contactar a sus homólogos en diveros países y como siempre ha dicho mi padre: explicación no pedida, acusación manifiesta. "Calumnia que algo quederá" quizá sea una frase en algo cierta y alguien debería releer a la señora Clinton el fragmento de Macbeth en que se lee: "Everything we do and everything we say matters." Como se diría en ajedrez, "jaque" señora Clinton.
Marcos Joel Perea Arellano

noviembre 24, 2010

¿"Héroes civiles"?

La reciente muerte del señor Alejo Garza en el estado de Tamaulipas a manos de sicarios relacionados con el narcotráfico ha detonado todo tipo de comentarios en medios masivos de información incluyendo el internet. El señor Garza murió tras enfrentar el solo a un comando armado de criminales cuyo líder le había ordenado abandonar su propiedad
Y es que morir defendiendo de maleantes lo que es de uno como lo hizo Don Alejo, es sin duda alguna honroso y loable de frente a morir siendo un criminal y repeliendo a las fuerzas del orden al ser perseguido, de ello, insisto, no cabe duda en mente sana.
Sin embargo, debemos tener cuidado con el modo en el que calificamos los actos valerosos como los desplegados por el señor Garza.
La guerra contra el crimen organizado en nuestro país ha generado y día con día genera bajas no sólo entre los bandos directamente involucrados en librarla sino también, entre la población civil.
Por ningún motivo se me ocurriría poner en tela de juicio la evidente valentía de "Don Alejo", como se le conoce en los medios, y la que sin duda han mostrado en algunos otras plazas de nuestro país cientos de víctimas anónimas de este encarnizado conflicto al defender lo que es suyo o peor aún, a los suyos. Solamente me gustaría recordar que hay deberes encargados al Estado como la salvaguarda de la integridad de los ciudadanos. Deberes en los que hay un grave déficit en nuestro país como se ha reconocido por el gobierno federal pero contra el que se está peleando como nunca antes. Me preocupa quizá que en los medios, los comunicadores empiecen a encomiar este tipo de conductas calificándolas de heroicas cuando en realidad se trata de víctimas que caen abatidas por un problema que parece habernos rebasado en ciertos rubros como sociedad. La justicia por propia mano está prohibida en nuestra Constitución. En la medida que demos contenidos diversos a términos en los que hay claridad corremos el riesgo de justificar acciones brutales. Después de todo, los muertos de Tláhuac aún me parecen recientes y no creo que haya tantas formas de interpretar una prohibición.
Cerremos pues filas con el gobierno a través de la denuncia y el cuidado, viendo los unos por los otros e integrándonos como al principio de la humanidad, por el bien y la integridad común. Es una batalla difícil, pero somos más quienes salimos diario de casa para buscar llevar el alimento a los nuestros por medios honestos que los que no lo hacen así. Sin cobardías pero creo que exponernos al fuego cruzado no nos dejará sino sólo mayores pérdidas.
Descanse en paz una víctima valiente que no es un ejemplo sino un motivo de reflexión.

noviembre 18, 2010

VIENTOS DE CAMBIO

La decisión que conforme a estricto derecho adoptó el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) en días recientes, en torno a la validez de la candidatura de uno de los personajes del panismo para ocupar la dirigencia de Acción Nacional abre una nueva posibilidad a la derecha mexicana. Posibilidad que debe sin embargo, fundarse no sólo en un acatamiento material irrestricto a lo dispuesto por el TEPJF en congruencia con una historia partidaria de democracia interna y aprecio por la legalidad, sino en una convicción profunda de miras muy altas que pueda usarse como el cemento que haya de dar unión y fuerza a la construcción de un porvenir, como sea que lo imagine el actual partido en el gobierno.
Las diferencias son un elemento dado en la arena política pero estará siempre en los actores la decisión de canalizar la energía en torno al conflicto hacia la construcción de acuerdos. Los partidos, instituciones políticas sin los que la democracia representativa moderna es inimaginable, son la vía para estructurar demandas ciudadanas y hacerlas llegar al ejercicio del poder público. Los partidos, nutren de esta forma la vida política nacional. La negociación y la transacción razonable son elementos sin los que no es dable sentarse a mesa alguna de discusión que pretenda ser fructífera.
Los argumentos deben subir su calidad, las propuestas ser contrastadas con el actuar de la gente y se debe exigir congruencia a los actores sin importar si es la derecha, el centro o la izquierda quien se ha de renovar. A fin de cuentas, 'hechos son amores y no buenas razones' y la ratificación o sanción de la confianza ciudadana a sus representantes ocurre de modo periódico (amén de los pocos incentivos de rendición de cuentas que tiene el sistema por el tema de la reelección).
La participación de todos los actores en la contienda por la dirigencia blanquiazul es válida como lo ha resuelto la única autoridad facultada para decidir sobre ello. El tema debe quedar superado en todo sentido y debe zanjarse toda diferencia que impida la cohesión que requiere esa corriente. El desagradable surgimiento de fuego amigo por medios informáticos no es algo que se pueda capitalizar en forma alguna o que genere buenas inercias, cuestiona por los motivos incorrectos y debilita en un mal momento.
En el marco del festejo del centenario de la Revolución Mexicana quizá valga la pena pensar en llevar al cabo otra, una revolución mental. Una revolución que arranque la venda de los ojos de una vez por todas a quienes pretenden obtener resultados diferentes pero no quieren abandonar la comodidad de su nicho de confort y hacen todo como siempre lo han venido haciendo. Una revolución personal que sea encabezada por cada hombre y cada mujer en su fuero interno y que conlleve honestidad, responsabilidad social y ejercicio de autocrítica. Una revolución que se replique en las nuevas generaciones para que no se cometan los mismos errores y se camine finalmente por nuevos senderos. Es momento de pensar en un futuro mucho más próspero para los nuestros pero ello implica sacrificio, tenacidad y trabajo hoy.
Quizá es tiempo de hacer las cosas de otro modo, de dar cabida a ideas renovadoras (que no renovadas) e imaginar un México joven, fuerte y moldearlo, darle vida en nuestras manos. Celebro por tanto, la decisión del TEPJF por las posibilidades que considero abre hoy para un replanteamiento de Acción Nacional, para repensar una corriente, pero también, para repensarnos todos quizá.

Marcos J. Perea Arellano