Y es que en esa como en cualquier playa, era un sinsentido buscar un cristal de razón en toda esa arena,...
Echó a andar descalzo, confundido, con el sonido del mar golpeando mucho más que la orilla, vapuleando y no besando la tierra, mordiéndola mientras llora.
¡Vaya que duele tratar como prioridad a quien te ve como opción!
Indefinición, duda que es indicativa de algo más grande a pesar de su miedo a reconocerlo, a pesar de su temor a tomar su mano, contener la respiración y dar aquel salto quizá mortal, ... pero quizá inmortal.
Incógnitas que no se responden en lo individual sino en los ojos del otro.
Respuestas que no se piensan, ... que se besan, se sudan, se aman, se beben, se huelen, se adoran, se queman, se observan y sonríen, se abrazan y así construyen su propia eternidad en el espacio que se extiende entre su entrepierna y sus ideas ...
Hacía unos días, sonriente se había puesto un traje de esperanza,...
Hoy no pudo siquiera verse en el rostro de alguien más. Silencio cubierto de ese manto que como cataratas nubla su vista y abate su pensar...
Y es que hay incógnitas que no se responden sino entre los brazos del otro, con caricias bajo la mesa y en ansias que explotan jugando al billar, entre sus ropas o en el fondo de un café; con la mente pero sobre todo, con el alma...
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