diciembre 17, 2018

¿Qué sería?


¿Qué sería?

De la vida, sin el dolor y la alegría.

Sin las lágrimas y las sonrisas, sin los ríos o sin los mares. Sin el tiempo que nos fue dado.

Del animal humano sin sus angustias y sus regocijos, sin su soledad y su presencia, aparentemente difuminada entre los otros mientras clama por ser.

De un niño sin sus temores y sus certezas, sin sus dudas y sus respuestas.

De nosotros, si no nos tuviésemos el uno al otro.


noviembre 08, 2018

Habrá más ...


Habrá más.

Muchas más tardes lluviosas caminando por el centro de alguna ciudad, vagando sin rumbo porque el rumbo lo llevo de la mano.

Habrá muchas más mañanas de ansiedad por escucharte, por verte y tenerte entre mis brazos, por escucharte decir que eres mía y que soy tuyo hasta el final. Habrá muchas más.

Y tardes que no acaben si no es en el sol posándose en tus ojos, en tu piel que despierta lobos y otros seres, ... habrá muchas más.

Caricias que no acaben en el lienzo pálido de tus curvas sino que busquen tocarte siempre el alma.

Habrá muchas más.


noviembre 07, 2018

Cascada


Te escurres entre las paredes de mi mente saciando una sed añeja,..

Una sed que viene de otro tiempo, de otro lugar y sin recuerdos. Precisamente, para que los llenes tú con tus aguas y los moldees como el mar talla los riscos incesante, seguro de que habrá de vencer bajo la luna, alguna noche ...

Me bañas con deseo y esta desesperación que no acaba si no llegas. Si no me  veo en tus ojos, si no te tengo en los míos.


noviembre 03, 2018

NOCHES DE TI


Y es que cada noche la has vuelto tuya, al grado que todas mis son noches ya son de ti.

Has tomado el puñado de ansiedades que colmaban mi pensar y te has desecho de ellas al tomarme de la mano, al callarme con mil besos, al morderme el alma como lo has hecho, ...
como no quiero que dejes de hacerlo. Jamás. 

Has bañado las estrellas con tu aroma. En tu alevosía, has arrancado de mis pupilas el sentido para sustituirlo con tu aliento y el roce de tus labios, de tu lengua y tu piel que me inquieta como nada, como un todo.

Me has hecho tuyo en un segundo que no fui capaz de detectar, porque me entretuve en tu cabello mojado y tu sonrisa. Me enredé en tu cuello, en tu nuca, en tu andar y en tu modo de sacudirme en mis fundamentos. En tu modo de sabes, devolverme la esperanza y la fé.

Tu boca, moneda divina que en exceso pagará al barquero si me cierras los ojos con un par de besos al final del viaje, pasajera errante como yo, la coincidencia y la contingencia me regalaron tu presencia, no perdamos ni un segundo, ... ¡anda! No dejes que me pierda de nada tuyo, de nada. El paisaje es hermoso amada mía, dejemos de lanzar rocas al mar embravecido. Las mareas no se detendrán por nosotros, por nadie.

Permite que el sol nazca en tus ojos al abrir los míos. Déjame despertar a tu lado hasta que se apague mi luz. No me digas jamás, que no ya no tengo una eternidad por delante, porque sin saberlo mi niña, me has regalado mucho más que una eternidad.

Y no tengo mucho más que estas líneas y las palabras que espero no se pierdan como estoy cierto de que no se perderá tu nombre que pronunciaré antes de partir.

Y es que no sé cómo lo hiciste pero lo cierto es que para mí, el alma era una ficción hasta antes de tenerte frente a mí, ... Hasta antes de hace un par de días que no paro de desear con todas mis fuerzas que... jamás te vayas porque eres Tú. 

Antes de que todas mis noches las convirtieras en noches de tí. Antes de que me hicieras desear volverte a ver, incluso en otro tiempo, en otro espacio, pero siempre.





noviembre 02, 2018

The harbour girl.


A wind blew the fog from the mountains in just a couple of seconds right after she looked at him for the first time.

No sign of her impetuous entrance could have been foreseen by his shortsighted eyes.

No melody had played in silence, on and on before as hers does, he would have known.

A sweet sense of surrender and arising feelings which are rather new.

Reality is questioned by the shine behind her eyes, by the mesmerising way she looks at him.

East and west make no sense when she walks in those jeans down the city centre. Down the alleys of his uneasy mind.

Lost? Perhaps.

Lost in the sea of the explosion that her hair describes on the pillow beside him, with detail.

A blessing in the form of a girl from the harbour facing the Mediterranean Sea.