Con el tiempo, con la edad acumulada en mi cara y en sus rasgos, las preguntas surgen y acechan. Con el correr de mis hijos y con la preocupación por su futuro se mecen las noches ...
La búsqueda de sentido sin caer en religiosidad y esperanzas ultraterrenas es a veces una tarea difícil y siempre solitaria. Surge en los silencios prolongados y en los apegos tan naturales y propios del hombre. Se alberga como idea que taladra en la mente. Se valora todo mucho más. El ahora. El esfuerzo humano. La esperanza como motor que requiere palabras de amor y aliento para ser. De compañía interna. De sentirse parte de la manada.
Y es que somos tan breves ... que no quiero perder detalle mientras me encuentre aquí pero a veces me abruma tanto pensar. A veces...
Y es que si dios es como creo, una versión para adultos de Santa Claus prefiero vibrar y quemarme hoy, arder, oler, volar, tocar, saborear, llorar, sufrir, reír a carcajadas, sentir y buscar con todas mis fuerzas quedarme en la mente de alguien que sonría al pensarme tiempo después de que haya partido.
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