febrero 08, 2011

El mundo del revés

Mucha gente en la redes sociales se indigna hoy ante la presunta salida de Carmen Aristegui por motivos de  lo que denominan "censura" y un "atentado contra la libertad de expresión" del espacio que tenía en MVS Radio por las mañanas. Rasgarse las vestiduras es una labor que a mis ojos resulta poco creíble.

Los medios se constituyen en tribunales especiales, como esos que la Constitución prohíbe y antes de que se desahogue prueba alguna cambian vidas. Generan mundos y universos paralelos en los que la imaginación y el marketing publicitario deben prevalecer por encima de una profunda y ética labor periodística. ¿Cuántos casos no conocemos en los que ha habido linchamiento público mediático y posteriormente las instituciones de este país han decidido la inexistencia de responsabilidad para aquellos que por ser tratados como culpables por los medios, a los ojos de la sociedad se convierten en eso?

Y es que este es el mundo del revés si ahora resulta que antes de exhibirse prueba alguna por la parte acusadora, el imputado debe defenderse y se le deben pedir explicaciones por haber incurrido (ya no presuntamente) en tal o cual conducta. ¿Eso es comunicar? ¿Informar? En nada abona seguir un juego mediático a los irresponsables. "No andes con insensatos que sólo te han de conducir a la insensatez." Y es que no podemos alegar siquiera inexperiencia de la señora Aristegui o falta de conocimiento respecto de los métodos mínimos y razonables que son indispensables antes de irse de boca a cuestionar sin ton ni son o a tontas y locas. No hay tal cosa como una inocencia aquí sino una voluntad deliberada de pseudo inmolarse con cuestionamientos irreverentes (que no audaces) a la envestidura presidencial surgidos del más sucio de los nidos, el señor Fernández Noroña y su camarilla de ruidosos insensatos.

Pero vayamos más allá, hagamos el ejercicio en el que suponiendo sin conceder, se quisiera cuestionar determinado aspecto de la vida privada de cualquier persona pública. ¿No he escuchado a nadie molesto por el cuestionamiento en torno a situaciones y contextos personales? Y es que somos contradictorios, nos alimentamos de rumores y percepciones infundadas. Somos el pueblo que reconoce que antes no se hacía lo que hoy en materia de lucha contra el crimen pero simultáneamente se siente más inseguro que antes que no se hacía nada. Mucho se puede elucubrar en torno a los motivos para que Carmen Aristegui haya salido de MVS Radio. Poco sensato en cualquier caso, me parece cuestionar a la víctima de una infamia dicha en público para que manifieste algo en su defensa cuando es el agresor a quien se debe exigir que pruebe su dicho en todo caso; máxime, porque tras la desmedida y excesiva conducta que ha observado el agresor, no es su sobriedad la que parece ponerse por él mismo en duda, sino su razón.


febrero 04, 2011

Fábulas cánidas

Vivimos en un país de fábula que no es lo mismo que un país de cuento de hadas. De hecho, el uno dista mucho del otro. Las fábulas, son narraciones en las que se usan animales como actores y depositarios de las virtudes o vicios humanos que se pretenden resaltar con las mismas. Y es que vivimos en un país en el que perro si come perro. La solidaridad, sentimiento que se basa en una percepción de identidad entre los sujetos activo y pasivo de la relación es cada vez más difícil de encontrar, sobre todo en sociedades urbanas. Las historias que se escuchan a diario en la radio, transporte público, en las reuniones, sobremesas y demás, pintan escenarios macabros de lo que somos capaces de hacernos el uno al otro. La cohesión, fenómeno integrador de sociedades basado en la existencia de elementos comunes tangibles e intangibles parece estar referida ahora a un mero espacio geográfico que no se comparte, sino por el que se compite en el sentido más profundo de la palabra.

En la arena de lo político, la construcción de efímeros acuerdos supera los afanes y actitudes mercantilistas en muchas ocasiones y los partisanismos "catch all" surgen en una muestra de que la prevalencia se sustenta en todo, menos en representatividad material. La falta de respeto a las instituciones evita el diálogo de entrada porque los interlocutores se restan a sí mismos validez al denigrar y pretender lastimar con golpes bajos al de enfrente. Somos curiosamente "candil de la calle y oscuridad de la casa", las diversas facciones se apuntan y acusan el uno al otro por hacer lo que ellos hicieron antes pero como los destinatarios de dichos actos han cambiado, pues ahora ya "no es justo" o incluso "es a todas luces condenable."

Las rabietas de los dirigentes del PT en la Cámara de Diputados durante todo el sexenio ha evidenciado a una pseudo izquierda rijosa, poco congruente e irreverente con las instituciones democráticas de este país. Es vergonzante, el descrédito en que dejan tales servidores públicos a las instituciones de las que forman parte. El lenguaje que utilizan en nada contribuye a la vida nacional. Se trata de una camarilla de privilegiados escandalosos que liderean una minoría en realidad pero que si atendemos al discurso de dientes para afuera que utilizan, pretenden abanderar las aspiraciones de una gran mayoría de mexicanos postrados por la economía, la marginación y la falta de oportunidades. Es claro que no todos son así en las filas de la izquierda, las honrosas e invaluables excepciones es obvio que existen pero no es siempre la tropa llena de héroes la que recibe los vítores o reclamos sino las cabezas más visibles.

Creo que no se trata de darnos golpes de pecho por si se abusa o no del fuero constitucional ni de cuestionar si hay excesos en relación con la protección jurídica que dicho mecanismo proporciona a quien lo ostenta e incurre en conductas lesivas de las instituciones. Me parece que la lesión es a los principios mismos que sustentan las causas que dicen defender, causas que en el fondo, todo ser responsable y sabedor del contexto y desigualdad nacional podría concebir como razonables. Estoy convencido de que los mexicanos menos privilegiados en nada se benefician de que sus causas las pretendan abanderar personas carentes de escrúpulos e irrespetuosos de las instituciones y las vías que nos hemos dado a través de las normas existentes para incluso cambiar aquello con lo que no estemos de acuerdo. He tenido la inmensa fortuna de recorrer gran parte del país y conversar con gente de todo tipo en ese andar y sostengo que si, hay mucho por hacer pero hay formas de hacerlo. Las preocupaciones de los padres por el futuro de sus hijos no podría ser más válida ante la situación que vivimos en todo sentido. Las necesidades existentes en toda la República no son cosa de juego, las expectativas de la gente y sus proyectos y posibilidades de realización sin duda no pueden ser tratados como cosa de juego y merecen el mayor esfuerzo de todos los integrantes de la sociedad civil y del gobierno para ser atendidas urgentemente.

Sin embargo, la vulgaridad y el burdo  insulto siempre se encontrarán fuera de lugar. Flaco si no es que nulo favor hacen a dichas causas nobles de los marginados y necesitados del país, personajes como los que operan en esta falsa izquierda, pseudo rojillos de Mercedes Benz y comidas caras, de incongruencia, desorden y desparpajo. "México, creo en tí" porque necesitamos mayor estatura en las miras de todos.