¿Qué sería?
De la vida, sin el dolor y la alegría.
Sin las lágrimas y las sonrisas, sin los ríos o sin los mares. Sin el tiempo que nos fue dado.
Del animal humano sin sus angustias y sus regocijos, sin su soledad y su presencia, aparentemente difuminada entre los otros mientras clama por ser.
De un niño sin sus temores y sus certezas, sin sus dudas y sus respuestas.
De nosotros, si no nos tuviésemos el uno al otro.